Todo empezó con la aparición de la agricultura: el almacenaje de los cereales empezó a atraer a los roedores y que al mismo tiempo atrajeron a los gatos sus depredadores naturales; al cazar prevenía la transmisión de enfermedades como la peste. Se convirtió en un animal de compañía apreciado por su dulzura, su gracia y su indolencia; pero sobretodo un animal protector.
En las cortes de Egipto el gato era idolatrado y con el paso de las generaciones, el pequeño felino aceptaba cada vez mas al hombre y se dejaba incluso acariciar.
Bastet la Diosa gato
Es una diosa de la mitologia egipcia cuya misión era proteger el hogar y simboliza la alegría de vivir, pues se consideraba la deidad de la armonía y la felicidad. Se representaba con la forma de una mujer con cabeza de gato y siempre llevaba un sistro (un instrumento musical) ya que le gustaba que los humanos bailaran y tocaran música en su honor.
Los egipcios creían que en cada gato estaba una parte de Bastet y de ahí que los trataban con mucho cuidado y gran importancia. Era peor en el Antiguo Egipto matar a un gato que a un hombre, si el muerto era un gato la condena era la muerte y si un egipcio encontraba un gato en las fronteras egipcias era su deber llevarlo a tierra egipcia, sano y salvo; en caso de algún siniestro, el primero en ser puesto a salvo era el gato…
Cuando el gato moría, las familias adineradas transportaban el cuerpo a Bubastis, la ciudad sede del culto a la diosa gato Batset, para que el felino fuera momificado y enterado en un ataúd hecho con forma de gato.
gatos momificados
ataúd con forma de gato
Una anécdota acerca de los egipcios que adoraban a los gatos es en la época de Cambises II, rey del imperio Persa, frente a la ciudad de Pelusa; puso cientos de gatos amarrados a los escudos de sus soldados. Los egipcios, ante el dilema de defenderse o de respetar la vida de los gatos; así que optaron por rendirse.
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